jueves, 7 de junio de 2018

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Cambiar las cosas con un clic

La ley trata de amparar nuestro derecho a la privacidad y la protección de nuestros contenidos, pero en casi todos los países encontramos numerosos reproches de la ciudadanía respecto a los sistemas legislativos por los que se rige.
Con el objetivo de dar visibilidad a las demandas sociales con los recursos digitales nacen las plataformas de activismo
Seguro que te has cruzado alguna vez en internet con una petición de firmas para una causa. Este tipo de iniciativas se llevan a cabo mediante plataformas digitales como Change.org y Avaaz, que recogen firmas para hacer realidad propuestas ciudadanas. Es una nueva forma de resolver problemas sociales, sorprendente en algunos casos, en los que las peticiones llegan a buen puerto sin que nadie se haya tenido ni que levantar del sofá.
El funcionamiento de Change.org, la plataforma de este tipo con más usuarios, es muy sencillo: una persona inicia una petición de apoyos para una causa y la gente puede firmar on-line. Una vez que la campaña ha conseguido un número de firmas significativo, estas se presentan al responsable político o al directivo del que dependa la causa. Y, en muchos casos, el objetivo se consigue.
Entre las campañas más exitosas del servicio destacan: conseguir que se estén cerrando clínicas de tortura a homosexuales en Ecuador, cambios en la Ley de Espectáculos de la Comunidad de Madrid tras la petición iniciada por la madre de una de las chicas fallecidas en el Madrid Arena o la lucha contra la corrupción en países como Indonesia.

En el territorio español, Change.org tiene una presencia muy importante, con seis millones de usuarios y un crecimiento muy rápido. Entre los éxitos que la plataforma ha logrado en nuestro país se encuentra:
El de una chica de dieciséis años que consiguió más de 100.000 firmas para que Inditex retirara una partida de maniquíes que, con sus medidas imposibles, incitaban a la anorexia y otro tipo de trastornos.
Se ha evitado que algunas personas con discapacidades fueran desahuciadas o que otras entraran en la cárcel cuando la pena era injusta o exagerada. 
Una petición paralizó el cierre de la unidad de cirugía cardiaca del hospital materno-infantil de Gran Canaria, que hubiese obligado a que los niños tuvieran que hacer dos horas y media de vuelo para ser atendidos.
Otra protesta por los precios de los libros de texto recogió con éxito más de 295.000 firmas para que se facilitara su reutilización potenciando los bancos de libros de texto.
La promoción de una ley contra el maltrato animal en Galicia.

Además, España es el primer país en contar con páginas verificadas en esta plataforma: ahora las empresas y las personalidades políticas podrán tener su perfil en la red para que los usuarios les hagan llegar sus propuestas directamente. 
Ben Rattrey
Como afirma el fundador de Change,org, Ben Rafftey, “Más allá de las soluciones, es importante que también la comunicación sea fluida, que los que deciden sientan la presión de los consumidores”.
Las plataformas de activismo on-line basadas en la petición de apoyo o firmas son una herramienta con la que proponer cambios de mejora para la sociedad y hacerlos visibles. Es un mecanismo de protesta con el que no se vulnera la ley
Además, el sistema de recogida de firmas proporciona datos relevantes respecto a la cantidad de implicados en dichas peticiones, aunque también se requiere el uso de los datos para justificar la demanda. 
Todos estos datos contrastados con fuentes oficiales aportan veracidad y autenticidad al discurso, lo hace más creíble. Los datos, tanto cuantitativos como cualitativos, son imprescindibles para argumentar nuestras demandas, peticiones, reivindicaciones, propuestas, etc.

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